La idea era controvertida, más de un "ego" atacado: ¿yo como voy a dejar que un sumisx me someta? No era obligado pero ¿por qué no? tal vez temerían perder la dignidad, pero fue divertido, aunque en más de un caso hubo que ir diciéndoles a los sumisxs qué tenían que mandar, porque a falta de costumbre no se les ocurría qué hacer. Es más, creo que algún que otrx dominante descubrió cierta estimulación en alguna práctica que habitualmente se administra a lxs sumisxs. Si es que no hay como estar abiertxs a cualquier cosa, las posibilidades de disfrute son mayores así. También tengo que decir que para mí no resultó difícil porque de todos es conocido que aunque mi umbral es bajo soy algo masoquista.
Naturalmente hubo también tiempo para admirar algunas suspensiones a cargo de Corazón oscuro y su sumisa opulea, antes de que los demás nos pusiéramos a "gansear" y hasta Akesha que como veréis no pierde la altivez, terminó de arbolito decorado
En definitiva, queda oficialmente instituida la fiesta de las Saturnales, si para el próximo solsticio de invierno sigo en esta batalla de organizar cosas, claro.
Estuve a punto de no asistir a Las Saturnales. Cansancio, frío y compromiso discutían en mi cabecita mientras recorría la calle Alcalá camino de la fiesta. Como en alguna otra ocasión, estuve a punto de volver, y como en alguna otra ocasión, seguí adelante. Menos mal. Fué magnífico. Las cuerdas, fueron apasionantes. Akesha estaba guapísima. Y Bicho, ... bueno, el Bicho no dejó un culo quieto. Como tantas otras veces, gracias.
ResponderEliminarUnmmm... me encanta que lo pasaras bien, pero también me gustaría saber quien eres, que te has olvidado de firmar.
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